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martes, 15 de mayo de 2018

esperando a godot

ESTRAGON.- Nada, no hay nada que hacer. VLADIMIR.- Empiezo a creerlo. Durante mucho tiempo me he resistido a creerlo, diciéndome, Vladimir, sé razonable, aún no lo has intentado todo. Y reemprendía la lucha. Así que otra vez aquí. VLADIMIR.- Me alegra volver a verte. Creí que te habías ido para siempre. ESTRAGON.- Y yo. VLADIMIR.- ¿Cómo vamos a celebrar este encuentro? Ven que te bese. ESTRAGON.- No, después.
(Silencio.)
VLADIMIR.- ¿Se puede saber dónde ha pasado la noche el señor?
ESTRAGON.- En la cuneta. VLADIMIR.- ¿Dónde?
ESTRAGON.- No sé. Por ahí. VLADIMIR.- ¿Y no te han pegado?
ESTRAGON.- Sí…no mucho. VLADIMIR.- ¿Los de siempre?
ESTRAGON.- No sé. (Silencio.) VLADIMIR.- Cuando pienso…siempre me he preguntado qué hubiera sido de ti sin mí. Sin duda, no serías más que un montón de huesos.
ESTRAGÓN.- ¿Y qué más? VLADIMIR.- Es demasiado para un hombre solo. ¿Qué haces?
ESTRAGON.- Descalzarme ¿No lo has hecho nunca? VLADIMIR.- Desde hace tiempo vengo diciéndote que hay que descalzarse todos los días. Más te valdría hacerme caso.
ESTRAGON.- ¡Ayúdame! VLADIMIR.- ¿Te sientes mal?
ESTRAGON.- ¡Mal! ¡Me pregunta si me siento mal! VLADIMIR.- ¡Siempre eres el único que sufre! Me gustaría verte en mi lugar. Ya me contarías.
ESTRAGON.- ¿Has estado mal? VLADIMIR.- ¡Mal! ¡Me pregunta que si he estado mal!
ESTRAGON.- Esa no es una razón para que no te abroches. VLADIMIR.- Perdón. No hay que descuidar los pequeños detalles.
ESTRAGON.- ¿No quieres ayudarme? VLADIMIR.- A veces me digo que, a pesar de todo, llegará. Entonces todo me parece extraño. Me sentiría ¿Cómo decirlo? Aliviado y al mismo tiempo…Aterrado A-TERRA-DO. Lo que faltaba. Así que…¿Qué?
ESTRAGON.- Nada. VLADIMIR.- Déjame ver.
ESTRAGON.- No hay nada que ver. VLADIMIR.- Intenta ponértelo otra vez.
ESTRAGON.- Voy a dejar que se airee un poco. VLADIMIR.- He aquí un hombre arremetiendo contra su calzado cuando el culpable es el pie. Esto empieza a ser inquietante. Uno de los dos ladrones se salvó. Es un porcentaje decente. Gogo…
ESTRAGON.- ¿Qué?
VLADIMIR.- ¿Y si nos arrepintiésemos?
ESTRAGON.- ¿De qué?
VLADIMIR.- Pues…No sería necesario entrar en detalles.
ESTRAGON.- ¿De haber nacido?
VLADIMIR.- Ni siquiera nos atrevemos a reír.
ESTRAGON.- Vaya una privación.
VLADIMIR.- Sonreír solamente. No es lo mismo. Gogo…
ESTRAGON.- ¿Qué?
VLADIMIR.- ¿Has leído la Biblia?
ESTRAGON.- La Biblia…Sí, la habré echado un vistazo.
VLADIMIR.- ¿En la escuela laica?
ESTRAGON.- Bah! Cualquiera sabe dónde.
VLADIMIR.- Debes confundirte con la prisión de menores. (Silencio.)
ESTRAGON.- Quizás.
VLADIMIR.- ¿Qué estaba diciendo? ¿Como va tu pie?
ESTRAGON.- Se está hinchando.
VLADIMIR.- ¡Ah! Ya me acuerdo. La historia de los ladrones, ¿recuerdas?
ESTRAGON.- No.
VALDIMIR.- Eran dos ladrones crucificados al mismo tiempo que el salvador.
ESTRAGON.- ¿Que quién?
VLADIMIR.- El salvador. Dos ladrones. Se dice que uno de ellos fue salvado y el otro…condenado.
ESTRAGON.- Salvado de qué.
VLADIMIR.- Del infierno.
ESTRAGON.- Ay, me voy.
VLADIMIR.- Sin embargo, cómo es posible que…supongo que no te aburro.
ESTRAGON.- No te escucho.
VLADIMIR.- Supongo que de los cuatro Evangelistas sólo uno cuenta los hechos de esta forma. Sin embargo, los cuatro estaban allí. Vamos, no muy lejos y tan sólo uno habla del ladrón salvado. Vamos Gogo, de vez en cuando me deberías meter baza…
ESTRAGON.- Te escucho.
VLADIMIR.- De los cuatro sólo uno. De los otros tres, dos ni lo mencionan y el tercero dice que ambos lo insultaron.
ESTRAGON.- Bueno, ¿y qué? No se pusieron de acuerdo, eso es todo. Hermoso lugar. Vámonos.
VLADIMIR.- No podemos.
ESTRAGON.- ¿Por qué?
VLADIMIR.- Esperamos a Godot.
ESTRAGON.- Es verdad. ¿Estás seguro de que era aquí?
VLADIMIR.- ¿Qué?
ESTRAGON.- Donde teníamos que esperar.
VLADIMIR.- Debajo del árbol. ¿Ves algún otro?
ESTRAGON.- Ya tenía que haber venido.
VLADIMIR.- Me aseguró que vendría.
ESTRAGON.- ¿Y si no viene?
VLADIMIR.- Volveremos mañana.
ESTRAGON.- Y así sucesivamente hasta que venga.
VLADIMIR.- Eres inhumano.
ESTRAGON.- Ya estuvimos ayer aquí
VLADIMIR.- No, en eso te equivocas.
ESTRAGON.- ¿Qué hicimos ayer?
VLADIMIR.- ¿Qué hicimos ayer?
ESTRAGON.- Sí.
VLADIMIR.- Nadie como tú para sembrar la duda.
ESTRAGON.-Yo creo que estuvimos aquí.
VLADIMIR.- ¿Te resulta familiar?
ESTRAGON.- No he dicho eso.
VLADIMIR.- ¿Entonces?
ESTRAGON.- Bueno, no tiene nada que ver.
VLADIMIR.- No obstante este árbol…
ESTRAGON.- ¿Tú crees que era esta noche?
VLADIMIR.- ¿El qué?
ESTRAGON.- Cuando debimos esperarle.
VLADIMIR.- Dijo el sábado… según creo.
ESTRAGON.- Después del trabajo.
VLADIMIR.- Debí anotarlo.
ESTRAGON.- Pero ¿qué sábado? ¿Acaso hoy es sábado? ¿No será más bien domingo o lunes o viernes?
VLADIMIR.- No es posible.
ESTRAGON.- O jueves.
VLADIMIR.- ¿Y qué hacemos?
ESTRAGON.- Si ayer se molestó en balde, seguro que hoy no vendrá.
VLADIMIR.- Pero si tú dijiste que vinimos anoche.
ESTRAGON.- Bueno, puedo haberme equivocado. ¿Quieres que nos callemos un poco?
VLADIMIR.- Gogo, ¡Gogo!
ESTRAGON.- ¿Por qué no me dejas dormir nunca?
VLADIMIR.- Me sentía muy solo.
ESTRAGON.- He tenido un sueño.
VLADIMIR.- No me lo cuentes.
ESTRAGON.- He soñado que…
VLADIMIR.- No me lo cuentes.
ESTRAGON.- ¿Te basta con esto? Didi, eres malo. ¿A quién sino a ti voy a contar mis pesadillas?
VLADIMIR.- Ya sabes que no puedo soportarlo.
ESTRAGON.- A veces me pregunto si no seria mejor que nos separásemos.
VLADIMIR.- No irías muy lejos
ESTRAGON.- Ese sería en efecto un grave inconveniente. ¿No es cierto que eso sería un gran inconveniente Didi? Dada la belleza del camino y la bondad de los caminantes, ¿no es cierto Didi?
VLADIMIR.- Calma.
ESTRAGON.- Calma, calma…los ingleses dicen calm. Son gente calm. ¿Te acuerdas de la historia del ingles en el prostíbulo?
VLADIMIR.- Sí.
ESTRAGON.- Cuéntamela.
 VLADIMIR.- Déjame.
ESTRAGON.- Una vez un ingles borracho entro en un prostíbulo y la dueña le pregunto que prefiere usted una morena una pelirroja una rubia
VLADIMIR.- Déjame
ESTRAGON.- No tienes nada que decirme, no quieres hablarme, habla didi
VLADIMIR.- No tengo nada que decirte
ESTRAGON.- ¿Estás enfadado conmigo? Didi, dame la mano. ¡Un abrazo! Ah! apestas a ajo.
VLADIMIR.- Es bueno para los riñones. ¿Y qué hacemos ahora?
ESTRAGON.- Esperar.
VLADIMIR.- Sí, pero mientras esperamos.
ESTRAGON.- ¿Y si nos ahorcásemos?
VLADIMIR.- Sería una manera de entrar en erección.
ESTRAGON.- ¿Se pone uno cachondo?
VLADIMIR.- Con todas las consecuencias. Donde cae eso crece mandrágoras, por eso al arrancarlas gritan ¿no lo sabías?
ESTRAGON.- Ahorquémonos ahora mismo.
VALDIMIR.- No, no me fío.
ESTRAGON.- Podemos probar.
VLADIMIR.- Prueba.
ESTRAGON.- Tú primero.
VLADIMIR.- No, tú primero.
ESTRAGON.- ¿Por qué?
VLADIMIR.- Pesas menos que yo.
ESTRAGON.- Pues por eso mismo.
VLADIMIR.- no comprendo
ESTRAGON.- Ay piensa un poco vamos.
VLADIMIR.- No comprendo.
ESTRAGON.- Ay, te lo explicaré.
VLADIMIR.- La rama…la rama.
ESTRAGON.- Trata de comprenderlo.
VLADIMIR.- Sólo te tengo a ti.
ESTRAGON.- Gogo ligero. La rama no se rompe. Gogo muerto. Didi pesado. La rama se rompe. Didi solo.
VLADIMIR.- No había pensado en eso.
ESTRAGON.- Quién puede lo más, puede lo menos.
VLADIMIR.- Pero peso más que tú.
ESTRAGON.- Ah, no. Yo no lo he dicho, has sido tú. Hay una probabilidad entre dos o casi.
VLADIMIR.- Así…
ESTRAGON.- No, no hagamos nada, es lo más prudente.
VLADIMIR.- Esperemos a ver qué nos dice.
ESTRAGON.- Quién.
VLADIMIR.- Godot.
ESTRAGON.- Pero exactamente qué es lo que se le ha pedido.
VLADIMIR.- ¿No estabas tu allí?
ESTRAGON.- No presté mucha atención.
VLADIMIR.- Pues nada concreto.
ESTRAGON.- ¿Una especie de súplica?
VLADIMIR.- Eso es.
ESTRAGON.- Una súplica vaga.
VLADIMIR.- Si tú quieres.
ESTRAGON.- ¿Y qué contestó?
VLADIMIR.- Pues que ya vería.
ESTRAGON.- Que no podía prometer nada.
VLADIMIR.- Que necesitaba reflexionar.
ESTRAGON.- Serenamente
VLADIMIR.- Consultar con su familia.
ESTRAGON.- Sus amigos.
VLADIMIR.- Sus agentes.
ESTRAGON.- Sus representantes.
VLADIMIR.- Sus archivos.
ESTRAGON.- Su cuenta bancaria.
VLADIMIR.- Antes de decidirse.
ESTRAGON.- Como es natural.
VLADIMIR.- No es cierto.
ESTRAGON.- Creo que sí.
VLADIMIR.- Yo también.
ESTRAGON.-¿Y nosotros?
VLADIMIR.- ¿Cómo?
ESTRAGON.- Digo ¿y nosotros?
VLADIMIR.- No comprendo.
ESTRAGON.- Que qué representamos nosotros en todo esto.
VLADIMIR.- ¿Nuestro papel?…es el de suplicantes.
ESTRAGON.- ¿Y ya no tenemos derechos?
VLADIMIR ríe.
VLADIMIR.- ¿Serías capaz de seguirme?
ESTRAGON.- Si me fuera permitido…nos hemos perdido.
VLADIMIR.- Nos hemos liquidado.
ESTRAGON.- Estamos atados.
VLADIMIR.- Escucha.
ESTRAGON.- No oigo nada.
VLADIMIR.- Yo tampoco.
ESTRAGON.- Me has asustado.
VLADIMIR.- Creía que era él.
ESTRAGON.- ¿Nos vamos?
VLADIMIR.- ¿A dónde? Quizá esta noche durmamos en su casa, al calor, bajo techado, con la tripa llena sobre la paja. Vale la pena esperar, ¿no?
ESTRAGON.- Pero no toda la noche.
VLADIMIR.- Aún es de día.
ESTRAGON.- Tengo hambre.
VLADIMIR.- ¿Quieres una zanahoria?
ESTRAGON.- ¿No tienes otra cosa?
VLADIMIR.- Debo tener algunos nabos.
ESTRAGON.- Dame una zanahoria.
VLADIMIR.- Gracias. Es un nabo.
ESTRAGON.- Perdona, creí que era una zanahoria.
VLADIMIR.- Todos son nabos. Has debido comerte la última. Ah! aquí hay una.
ESTRAGON.- Gracias.
VLADIMIR.- Devuélveme mi nabo. Aprovéchala bien que ya no hay más.
ESTRAGON.-Te he hecho una pregunta. ¿Me has contestado?
VLADIMIR.- ¿Está buena tu zanahoria?
ESTRAGON.- Mmm, sabe dulce.
VLADIMIR.- Mejor, mejor. Qué querías saber?
ESTRAGON.- Ya no me acuerdo y eso es lo que más rabia me da. Es excelente tu zanahoria. Ah! ya me acuerdo.
VLADIMIR.- ¿Qué?
ESTRAGON.- No estamos atados.
VLADIMIR.- No entiendo nada.
ESTRAGON.- Pregunto que si no estamos atados.
VLADIMIR.- ¿Cómo atados?
ESTRAGON.- De pies y manos.
VLADIMIR.- Pero a quién, por qué.
ESTRAGON.- A tu hombre.
VLADIMIR.- ¿A Godot? ¿Atados a Godot? vaya idea. En absoluto.
ESTRAGON.- ¿Se llama Godot?
VLADIMIR.- Eso creo.
ESTRAGON.- Es curioso cuanto más se come, menos gusta. A mí me pasa lo contrario
VLADIMIR.- ¿Qué quieres decir?

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VOZ ENTRE BASTIDORES: ¡Señor!
ESTRAGON: Volvemos a empezar.
VLADIMIR: Acércate, muchacho.
MUCHACHO: ¿El señor Alberto?
VLADIMIR: Soy yo.
ESTRAGON: ¿Qué quieres?
VLADIMIR: Acércate.
ESTRAGON: Te han dicho que te acerques.
VLADIMIR: ¿Qué pasa?
MUCHACHO: El señor Godot...
VLADIMIR: Evidentemente. (Pausa) Acércate.  
ESTRAGON: ¡Te han dicho que te acerques! ¿Por qué llegas tan tarde?
VLADIMIR: ¿Traes un mensaje del señor Godot?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: Venga, dilo.
ESTRAGON: ¿Por qué llegas tan tarde?
VLADIMIR (a Estragon): Déjale tranquilo
ESTRAGON (a Vladimir): A mí déjame en paz . (Avanza, al muchacho) ¿Sabes qué hora es?
MUCHACHO: ¡No es mi culpa, señor!
ESTRAGON: Ah, vaya, la tendré yo entonces a lo mejor.
MUCHACHO: Tengo miedo señor.
ESTRAGON: ¿Miedo, de qué? ¿De nosotros? ¡Responde!
VLADIMIR: Ya sé qué sucede, le asustaban los otros.
ESTRAGON: ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
MUCHACHO: Hace un momento, señor.
VLADIMIR: ¿Eres del lugar?
MUCHACHO: Sí, señor.
ESTRAGON: ¡Todo esto son mentiras!¡Dinos la verdad!
MUCHACHO: ¡Pero si es la verdad, señor!
VLADIMIR: ¡Déjale tranquilo! ¿Qué te sucede? ¿Qué te ocurre? ¿Qué te ocurre?
ESTRAGON: Soy muy desgraciado.
VLADIMIR: ¡No bromees! ¿Desde cuándo?
ESTRAGON: Lo había olvidado.
VLADIMIR: La memoria nos juega malas pasadas.
MUCHACHO: El señor Godot me manda deciros que no vendrá esta noche, pero que mañana seguramente lo hará.
VLADIMIR: ¿Eso es todo?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: ¿Trabajas para el señor Godot?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: ¿Qué haces?
MUCHACHO: Apaciento las cabras, señor.
VLADIMIR: ¿Es bueno contigo?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: ¿No te pega?
MUCHACHO: No, señor, a mí no.
VLADIMIR: ¿A quién le pega?
MUCHACHO: Pega a mi hermano, señor.
VLADIMIR: ¡Ah! ¿Tienes un hermano?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: ¿Qué hace?
MUCHACHO: Cuida las ovejas, señor.
VLADIMIR: Y a ti, ¿por qué no te pega?
MUCHACHO: No sé, señor.
VLADIMIR: Debe quererte.
MUCHACHO: No sé, señor.
VLADIMIR: ¿Te da bien de comer? ¿Te da bien de comer?
MUCHACHO: Bastante bien, señor.
VLADIMIR: ¿Eres desgraciado? ¿Me oyes?
MUCHACHO: Sí, señor.
VLADIMIR: ¿Y?
MUCHACHO: No sé, señor.
VLADIMIR: ¿No sabes si eres o no desgraciado?
MUCHACHO: No, señor.
VLADIMIR: Igual que yo. ¿Dónde duermes?
MUCHACHO: En el granero, señor.
VLADIMIR: ¿Con tu hermano?
MUCHACHO: Sí señor.
VLADIMIR: ¿En el heno?
MUCHACHO: Sí señor.
VLADIMIR: Bueno, vete.
MUCHACHO: ¿Qué debo decirle al señor Godot, señor?  
VLADIMIR: Dile...  Dile que nos has visto. Nos has visto bien, ¿verdad?
MUCHACHO: Sí señor.  
VLADIMIR: ¡Por fin! (Estragon se levanta y se dirige hacia Vladimir, con los zapatos en la mano. Los deja cerca de la rampa, se yergue y mira la luna) ¿Qué haces?
ESTRAGON: Contemplo la luna como tú.
VLADIMIR: Me refiero a tus zapatos.
ESTRAGON: Los he dejado allí. Quizás venga alguien tan... tan... como yo, pero calzando un número menor, y le harán feliz.
VLADIMIR: Pero no puedes andar descalzo.
ESTRAGON: Jesús lo hizo.
VLADIMIR: ¡Jesús! ¿A qué viene esto? No pretenderás compararte con Él.
ESTRAGON: Lo he hecho durante toda mi vida.
VLADIMIR: ¡Pero si allí hacía calor! ¡Hacía buen tiempo!
ESTRAGON: Sí. Pero te crucificaban enseguida.
VLADIMIR: Aquí ya no tenemos nada que hacer.
ESTRAGON: Ni en ningún otro sitio.
VLADIMIR: Vamos, Gogo, no seas así. Mañana será otro día.
ESTRAGON: ¿Por qué?
VLADIMIR: ¿No has oído lo que dijo el muchacho?
ESTRAGON: No.
VLADIMIR: Dijo que seguramente Godot vendrá mañana.  ¿No te dice nada eso?
ESTRAGON: Entonces, no hay más remedio que esperar aquí.
VLADIMIR: ¡Estás loco! ¡Hay que cobijarse! Ven.
ESTRAGON: Qué pena que no tengamos una cuerda más larga.
VLADIMIR: Ven. Empieza a hacer frío.
ESTRAGON: Recuerda que mañana traiga un poco más de cuerda.
VLADIMIR: Sí. Ven.
ESTRAGON: ¿Cuánto tiempo llevamos juntos?
VLADIMIR: No sé. Quizá cincuenta años.
ESTRAGON: ¿Recuerdas el día que me arrojé al agua?
VLADIMIR: Trabajábamos en la vendimia.
ESTRAGON: Y tú me sacaste del agua.
VLADIMIR: Quién se acuerda de eso.
ESTRAGON: Y mis ropas se secaron al sol.
VLADIMIR: No pienses más, venga, vamos.
ESTRAGON: Espera.
VLADIMIR: Tengo frío.
ESTRAGON: A veces me pregunto si no sería mejor que nos separásemos. Quizás no estemos hechos el uno para el otro.
VLADIMIR: No se sabe.
ESTRAGON: No, nunca se sabe nada.
VLADIMIR: Todavía estamos a tiempo de separarnos, si crees que es lo mejor.
ESTRAGON: Ahora ya no vale la pena.  
VLADIMIR: Es cierto, ahora ya no vale la pena.
ESTRAGON: ¿Entonces qué, nos vamos?
VLADIMIR: Vámonos.


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